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Las doctrinas y prácticas que divulgamos por medio de esta página web y de Seminarios no pertenecen a ninguna Unión de Iglesias, denominación o iglesia independiente, porque son doctrinas reveladas en las Escrituras Sagradas. La Obra que está siendo realizada en las iglesias que viven al amparo de esas doctrinas y prácticas no son lideradas a nivel mundial por ningún pastor ni por ninguna iglesia determinada. Es liderada por el Señor Jesús, por medio del Espíritu Santo que, naturalmente, usa a los siervos y siervas de Dios que están dispuestos y dispuestas a obedecerle.
Esta Obra que el Espíritu Santo realiza, obra de obediencia a la doctrina y de vida dedicada a la edificación de la Iglesia, está abierta a la participación de cualquier pastor que cree en las enseñanzas de las Escrituras Sagradas, en el bautismo con el Espíritu Santo y en la manifestación de los dones espirituales para nuestros días también. Y, asimismo, para aquellos y aquellas que deseen que el Señor Jesús sea la Cabeza de la Iglesia en términos prácticos, no sólo teóricos, y que anhelen que los hermanos vivan en unión para la unidad.
Entendemos que al vincularse a esta Obra del Espíritu Santo, decisión que ha ser tomada delante del Señor, las iglesias y los pastores pasan a buscar y a recibir asesoramiento específico del Señor para la propia orientación de la iglesia local y para la conducción del trabajo de evangelización. El Señor mismo, por medio de los dones espirituales, pasará a orientar esa iglesia, que no necesita estar bajo la autoridad de ninguna “súper-iglesia” a escala mundial. En el caso de una Unión (asociación) de iglesias, de la misma manera, el grupo de pastores de esa Unión podrá buscar directamente del Señor las orientaciones necesarias para esos pastores y sus iglesias.
Por otro lado, la participación en esta página web está también facultada a todos los que han comprendido la necesidad de colocar en práctica las siete tesis que consideramos indispensables para que la Iglesia pueda disponer de todos los recursos necesarios a su edificación y la preparación para el arrebatamiento, pues todas están claramente expuestas en las Sagradas Escrituras. Entendemos que sería improductivo permitir la participación de quienes rechacen o estén en contra de alguna de estas tesis.